Tal día como hoy, en 1814, comenzaba la Batalla de San Mateo en la ciudad venezolana del mismo nombre, entre las tropas realistas dirigidas por José Tomás Boves y las republicanas al mando de Simón Bolívar.
Una batalla más dentro de la sangría de los procesos emancipadores latinoamericanos. No hizo falta que desde la metrópoli se mandaran ejércitos regulares, con caudillos y tropas autóctonas se bastaban y sobraban para generar matanzas. Con todas las virtudes que podían elegir de España y tuvieron la desgracia de escoger el proverbial cainismo hispano.
La última afirmación puede ser bastante discutible desde un punto de vista antropológico, pero lo que sí es cierto, y ahí están las fuentes, es que en América Latina se vieron luchas sin cuartel y sin piedad con los vencidos (sobre todo en los primeros años).
Otro hecho es que, al contrario que la actitud más tolerante con los realistas de la Primera República, Bolívar dictó el "Decreto de Guerra a Muerte" que, como su nombre indica, es de todo menos amable con aquellos a los que se pillase ayudando a los enemigos de la Segunda República.
Hay que tener en cuenta que la base social sobre la que se basaron caudillos como José Tomás Boves fue la de las masas más pobres (esclavos incluidos) y algunos sectores como los ganaderos. ¿Cómo lo hicieron? Pues recogiendo el malestar por los excesos e injusticias de las nuevas clases dirigentes, los conflictos creados por la problemática "campos para plantar" contra "campos para el ganado" y vender que la monarquía actuaba como freno a los excesos de las élites y que ahora, con la República, éstas actuaban sin ningún control.
Cuando uno es un muerto de hambre y analfabeto, es muy fácil ser convencido para subir al monte con una navaja a luchar contra la injusticia bajo el mando de líderes cuasi-divinos.
La última afirmación puede ser bastante discutible desde un punto de vista antropológico, pero lo que sí es cierto, y ahí están las fuentes, es que en América Latina se vieron luchas sin cuartel y sin piedad con los vencidos (sobre todo en los primeros años).
Otro hecho es que, al contrario que la actitud más tolerante con los realistas de la Primera República, Bolívar dictó el "Decreto de Guerra a Muerte" que, como su nombre indica, es de todo menos amable con aquellos a los que se pillase ayudando a los enemigos de la Segunda República.
Hay que tener en cuenta que la base social sobre la que se basaron caudillos como José Tomás Boves fue la de las masas más pobres (esclavos incluidos) y algunos sectores como los ganaderos. ¿Cómo lo hicieron? Pues recogiendo el malestar por los excesos e injusticias de las nuevas clases dirigentes, los conflictos creados por la problemática "campos para plantar" contra "campos para el ganado" y vender que la monarquía actuaba como freno a los excesos de las élites y que ahora, con la República, éstas actuaban sin ningún control.
Cuando uno es un muerto de hambre y analfabeto, es muy fácil ser convencido para subir al monte con una navaja a luchar contra la injusticia bajo el mando de líderes cuasi-divinos.
La Batalla de San Mateo fue una acción para nada decisiva, pero en la que se dieron cita casi 10.000 personas, lo que deja claro que no fue una escaramuza, sino un ataque en toda regla.
Las tropas de la Segunda República de Venezuela salieron victoriosas infringiendo un duro correctivo a los realistas, gracias a una dura defensa, un fuerte atrincheramiento y los cojones de Antonio Ricaurte al impedir que las tropas realistas tomaran el arsenal, volándolo por los aires consigo mismo y los enemigos allí presentes.
Las tropas de la Segunda República de Venezuela salieron victoriosas infringiendo un duro correctivo a los realistas, gracias a una dura defensa, un fuerte atrincheramiento y los cojones de Antonio Ricaurte al impedir que las tropas realistas tomaran el arsenal, volándolo por los aires consigo mismo y los enemigos allí presentes.
Esta estatua de Simón Bolívar me resulta curiosa porque es la primera vez que veo al "Libertador" sin su caballo de guerra o su uniforme militar. Este Bolívar es mucho más agradable, majete y de buen rollo. Parece un funcionario que va al trabajo preocupado porque llega con el tiempo justo.
No seré yo quien niegue la colosal labor administrativa de Bolívar y las cabriolas de juegos de poder entre Iglesia, militares, élites y las masas pobres para tener contentos a una base suficiente como para que Venezuela no se le desmembrase de la noche a la mañana (aunque su sueño de la "Gran Colombia" sí fracasara). Pero es igual de importante reconocer que se llegó a esa independencia y Simón Bolívar es "El Libertador" porque se enfundó el traje de faena, cogió un sable y se dedicó a guerrear la mayor parte de su vida para conseguir ese sueño de una América Latina libre.
La estatua es de 1996, quizás eso explique el talante menos belicoso de la misma, aunque la que hay en Madrid, que también tiene aspecto dialogante, tenemos a Simón encima de un caballo y con traje militar (por si acaso hiciera falta tirar de espada).
No seré yo quien niegue la colosal labor administrativa de Bolívar y las cabriolas de juegos de poder entre Iglesia, militares, élites y las masas pobres para tener contentos a una base suficiente como para que Venezuela no se le desmembrase de la noche a la mañana (aunque su sueño de la "Gran Colombia" sí fracasara). Pero es igual de importante reconocer que se llegó a esa independencia y Simón Bolívar es "El Libertador" porque se enfundó el traje de faena, cogió un sable y se dedicó a guerrear la mayor parte de su vida para conseguir ese sueño de una América Latina libre.
La estatua es de 1996, quizás eso explique el talante menos belicoso de la misma, aunque la que hay en Madrid, que también tiene aspecto dialogante, tenemos a Simón encima de un caballo y con traje militar (por si acaso hiciera falta tirar de espada).
La foto está tomada en Barcelona en el Parque de la Barceloneta, justo pegando al Paseo Marítimo.
Para saber más: "Historia de Iberoamérica. Tomo III. Historia Contemporánea", Lucena Salmoral, M. (Coordinador); Madrid; Cátedra; 1988.
No hay comentarios:
Publicar un comentario