El 11 de noviembre de 1918 se firmó el fin de la Primera Guerra Mundial en el frente occidental. El simbolismo de este día es tal que muchos de los países involucrados (Francia, Bélgica, EEUU,...) lo tienen como fiesta nacional, hacen desfiles, ceremonias para recordar a los muertos,...
Este noviembre hace 100 años del fin de la Gran Guerra y para recordar a los millones de personas, tanto militares como civiles, que el conflicto se llevó por delante mi idea es subir los días 11 de cada mes una foto de algún lugar relacionado con el conflicto y que rinda homenaje a esa masa anónima que se dejó el pellejo en la guerra.
Esta décima y última entrada está dedicada a cómo terminan todas las guerras desde la Prehistoria: enterrando a los muertos. Un nombre en una pequeña placa de mármol nos habla de una mujer sin marido, unos hijos sin padre y unos padres sin hijo. La llama de su vida se apagó para siempre en una sofisticada carnicería.
La foto está tomada dentro de la pequeña iglesia vienesa de la Santísima Trinidad de los Hermanos Menores.
