Tal día como hoy, en 1870, fallecía en Madrid Juan Prim y Prats, uno de los espadones de nuestro s.XIX.
Este es el segundo de los "espadones" españoles que comento en este blog (el primero fue O'Donnell). Prim fue el último de los mismos por nacimiento, aunque no por muerte.
Prim fue uno de nuestros pocos altos mandos de este siglo que viajó y conoció otros países y formas de hacer la guerra. Estuvo en la Guerra de Crimea, en Turquía, en Puerto Rico (donde ayudó a los daneses), París,...
Prim fue uno de nuestros pocos altos mandos de este siglo que viajó y conoció otros países y formas de hacer la guerra. Estuvo en la Guerra de Crimea, en Turquía, en Puerto Rico (donde ayudó a los daneses), París,...
Prim consiguió lo que algunos gobiernos recientes intentan de manera patética: hacerse querido en Cataluña. ¡Y eso que en 1843 había reprimido una revolución a sangre y fuego en tierras catalanas! En particular, deleitó a los barceloneses con unos fuegos artificiales de artillería durante un mes.
¿Y cómo se los volvió a ganar? Pues de varias maneras, pero empezó defendiendo los intereses económicos catalanes y políticas proteccionistas que favorecían a los catalanes (no olvidemos que en esos tiempos Cataluña era casi el único foco industrial español).
Unos cuantos años después, coincidiendo con la Guerra de marruecos, en 1860 Prim se convirtió en el líder del destacamento de voluntarios catalanes desembarcado en costas africanas. Los hechos de armas fueron un éxito y el general y sus tropas volvieron victoriosos a la Península y a Cataluña. El impacto social fue tan alto que en todos lados se celebraba el éxito del ejército español y de los voluntarios catalanes que lo conformaban.
Nota: hubo un tiempo en que ser español y ser catalán no estaba reñido lo uno con lo otro y se podía estar orgulloso de ambas condiciones.
Así pues, siguiendo un juego con cabeza, agradar a los ricos defendiendo sus intereses económicos y al pueblo con gestos heroicos y populares, se gana uno las simpatías de todo el mundo (al menos durante unos años).
¿Y cómo se los volvió a ganar? Pues de varias maneras, pero empezó defendiendo los intereses económicos catalanes y políticas proteccionistas que favorecían a los catalanes (no olvidemos que en esos tiempos Cataluña era casi el único foco industrial español).
Unos cuantos años después, coincidiendo con la Guerra de marruecos, en 1860 Prim se convirtió en el líder del destacamento de voluntarios catalanes desembarcado en costas africanas. Los hechos de armas fueron un éxito y el general y sus tropas volvieron victoriosos a la Península y a Cataluña. El impacto social fue tan alto que en todos lados se celebraba el éxito del ejército español y de los voluntarios catalanes que lo conformaban.
Nota: hubo un tiempo en que ser español y ser catalán no estaba reñido lo uno con lo otro y se podía estar orgulloso de ambas condiciones.
Así pues, siguiendo un juego con cabeza, agradar a los ricos defendiendo sus intereses económicos y al pueblo con gestos heroicos y populares, se gana uno las simpatías de todo el mundo (al menos durante unos años).
La muerte de Prim fue un "typical s.XIX": atentados políticos para eliminar rivales, desestabilizar gobiernos sujetos por pinzas por una cabeza visible (aunque no parecía importar mucho, se convocaban elecciones y vuelta a empezar el circo), obreros contra patronos y viceversa,... Vamos, que le dispararon cuando iba en un carruaje y, aunque sobrevivió en un primer momento, a los tres días murió. Sobre si fue muerte "natural" por infección producida por los disparos o "menos natural" por estrangulamiento, aún no ha quedado esclarecido (que yo sepa).
Cuando murió/fue asesinado, estaba inmerso en el proceso de entronar a Amadeo I de Saboya como rey de España. De hecho, era su más valioso defensor y promotor. La que le cayó al pobre Amadeo, sin apoyos y siendo extranjero fue brutal.
Cuando murió/fue asesinado, estaba inmerso en el proceso de entronar a Amadeo I de Saboya como rey de España. De hecho, era su más valioso defensor y promotor. La que le cayó al pobre Amadeo, sin apoyos y siendo extranjero fue brutal.
La foto está tomada en el Parque de la Ciudadela de Barcelona.
Para saber más: "España, sociedad, política y civilización (siglos XIX y XX)"; Jover Zamora, J. M.; Madrid; Debate; 2001.
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