Gustave Eiffel

Tal día como hoy, en 1923, fallecía en París Gustave Eiffel, ingeniero civil y constructor de, entre otros ingenios, la Torre Eiffel.

Eiffel empezó como constructor de puentes metálicos y destacó en el campo de la ingeniería por su aplicación del factor aerodinámico a la construcción. Fue un hombre que reflejó, a su manera, la evolución de la técnica que se produciría en Europa a raíz de la Segunda Revolución Industrial.

Entre sus proyectos más conocidos tenemos la Torre Eiffel (símbolo nacional hoy día) o la estructura interior de la Estatua de la Libertad (que fue un regalo de Francia a los EE.UU.).

Estamos en el último tercio del s.XIX y Europa se está comiendo el mundo. La técnica y la investigación están avanzando a un ritmo antes no se había conocido. Y no sólo en la construcción con la incorporación de materiales como el acero, sino la medicina, los transportes, la física, la química o las matemáticas.

Dentro de este abrirse al mundo tenemos un asunto que casi arruina la reputación de Eiffel, "el affaire del Canal de Suez".
Se quería abrir un paso que comunicara el Índico con el Mediterráneo. La razón eran las mercancías de Asia, con sus colonias siendo explotadas por las potencias europeas (en particular la joya del Imperio Británico, la India).
Eiffel diseñó el sistema de esclusas, pero una mala gestión de la empresa francesa concesionaria generó un agujero millonario, sospechas de fraude, dinero volando de una sitio a otro,... y a Eiffel le costó una inculpación por estafa que no prosperaría por prescripción de los hechos.

La Torre Eiffel, su obra más conocida, tiene una historia curiosa. Eiffel ganó el concurso para construir una torre que fuera el símbolo de la Exposición Universal de París de 1889 (centenario de la Revolución Francesa).
Ahora bien, una vez comenzada su construcción, generó una polémica enorme pues muchos la consideraban una estructura tosca y carente de sensibilidad artística. Incluso el mismo Zola firmó una carta de protesta para que se pararan las obras.
Por fortuna, los comisarios de la exposición no se amedrentaron y siguieron adelante con el proyecto de Eiffel. Y tuvieron su recompensa pues, una vez acabada, la Torre sólo hizo que despertar reconocimientos y entusiasmos incluso entre sus antiguos detractores.

La historia tuvo un final feliz inesperado: la Torre, que fue concebida inicialmente como atracción temporal y debido a sus altos costes de mantenimiento y alto peligro de debilitamiento por oxidación (es una estructura de metal), vio como se ponía sobre la mesa su demolición. Sin embargo la fuerte reacción popular ante la idea de que la torre, considerada como un símbolo nacional, desapareciera, hizo que se desistiera de tal propósito.

Lo que iba a ser un quita y pon para una exposición universal, hoy día es un icono de París y Francia.

Hace alguno años subí a la Torre y las vistas desde la parte superior son maravillosas. Recuerdo que había unos campos de fútbol cerca de la base y la gente eran hormiguitas.

La foto está tomada en el Puente de Eiffele en Gerona.

Para saber más: "La Era del Imperio: 1875 - 1914"; Hobsbbawn, E.